Prefacio ¿Súper humanos?

by - septiembre 04, 2012

Prefacio


Una tarde fría con ligera llovizna, como era usual en el pequeño poblado de Forks, un grupo de seis amigos jugaba en el único parque del pueblo, cercano al instituto. Con doce años les encantaba jugar y correr bajo la ligera brisa del sirimiri.

Sus madres, que eran amigas desde jóvenes, acostumbraban salir juntas continuamente y al ser sus hijos de la misma edad, sus reuniones se habían convertido en un hábito. Como consecuencia, los seis niños habían compartido toda su vida, ninguno podía recordar un momento en que no estuvieran juntos.

Después de insistir a sus madres durante toda la tarde, ellas finalmente habían accedido a dejarlos ir al parque, ya que se encontraba a una cuadra de distancia de la casa de Reneé Swan, en donde habían decidido permanecer esa tarde; además de que Forks era un lugar pequeño, en el que todos se conocían y por lo tanto, no habían altos índices de inseguridad.

En algún momento, y a pesar de los constantes sermones de sus madres, los seis se habían separado.

Mientras Bella platicaba con Edward y Emmett, por costumbre recorrió el patio con la mirada, buscando a su hermana. Era una manía que tenía al ser tan apegada a ella, sin embargo cuando no la encontró, frunció el ceño y se levantó del suelo, sacudiendo la arena de sus pantalones de mezclilla, pensando que quizá estaría en algún lugar lejos de su campo de visión.

Cuando recorrió con la mirada el parque por tercera vez, sin poder ubicarla, se comenzó a preocupar.

Alice nunca se alejaba demasiado, mucho menos estando sola.

—¿En dónde está Alice? —preguntó repentinamente a los gemelos Cullen, interrumpiendo lo que estuviera diciendo Edward en ese momento.

Ellos fruncieron el ceño, confundidos.

—Estaba con Rosalie y Jasper, cerca del tobogán —contestó Emmett, mirando hacia el tobogán amarillo, al otro lado del parque.

Fue entonces cuando Bella cayó en cuenta de que tampoco había visto a Rosalie y Jasper en ningún lugar próximo, en los últimos quince minutos. El tobogán del que hablaba Emmett no estaba demasiado lejos, y debería ser posible verlos desde donde ellos se encontraban.

—Algo está mal —su voz subió una octava a causa de su ansiedad.

Comenzó a caminar, buscándolos en cada rincón, cada vez más intranquila.

Edward, corrió hacia el lado contrario, llamándolos.

Los tres caminaron por todo el parque, pero a pesar de que era imposible, nadie los había visto. Bella se empezaba a inquietar, era sumamente insólito que un grupo de tres niños desapareciera, sin ser vistos por nadie.

Pensó en correr hacia su casa, en donde se encontraba su madre, ella sabría qué hacer. Pero cuando comenzaba a encaminarse a esa dirección, al acercarse al borde del parque, en el límite en donde comenzaba el bosque, escuchó unos gritos apagados que la alertaron. 
Tenían prohibido entrar a ese lugar porque siempre estaba solo, sin embargo Bella se armó de valor cuando escuchó la voz de su hermana pidiendo ayuda.

Se adentró en el bosque seguida por los gemelos Cullen, que en cuanto la observaron introducirse, no dudaron en seguirla para ayudar. El sonido de los gritos aumentaba conforme avanzaban, y reconocieron las voces de los mellizos Hale también.

Cuando lograron encontrarlos, se detuvieron abruptamente al ver la escena frente a ellos.

Un grupo de hombres tenía a sus amigos amarrados, los tres lloraban con desesperación y gritaban por ayuda a través de la cinta cubriendo sus bocas, pero antes de que cualquiera de los tres tuviera la oportunidad de reaccionar, los gemelos Cullen y Bella perdieron la conciencia.

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