Cambiemos esposas

by - octubre 19, 2012



— ¡Jasper! ¿Enloqueciste acaso? —grité enfadada.

Aún no podía creer lo que mi esposo me proponía era... no podía concebir la idea.

—Vamos cariño, lo necesitamos, no he conseguido trabajo y es necesario —dijo con voz persuasiva.

Se acercó a mí abrazándome, deposito sus manos en mi vientre y besó mi cabeza.

— ¡No insistas, Jasper, es una locura! —grité zafándome de su agarre con brusquedad.

Pasé a su lado dispuesta a salir de la habitación, pero él me detuvo tomándome del brazo con delicadeza, me miró directamente a los ojos, con dulzura, pero la preocupación que intentaba ocultar relucía en ellos.

—Por favor cielo, es necesario, Bella —murmuró, su voz se había convertido en una súplica.

Me lancé a sus brazos sollozando.

¿Cómo era que habíamos llegado a esto? Me pregunté mentalmente, mientras Jasper me abrazaba con fuerza y acariciaba mi cabello con dulzura.

—Pero... ¿cómo vamos a poder estar separados? —pregunté con voz rota.

—Te prometo que será poco tiempo. Es necesario, cariño, va a ser poco tiempo —murmuró, aunque no parecía convencido de sus palabras

Sus ojos reflejaban el inmenso dolor que él intentaba contener.

—Está bien, lo haremos, participaremos en ese estúpido concurso —susurré vacilante.

—Te prometo que no va a ser mucho tiempo, te voy a extrañar cada minuto —dijo y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.

Sabía que Jasper me amaba, me lo había demostrado, pero esto era necesario.

Después de que despidieran a Jasper las deudas habían subido considerablemente y ahora era urgente saldarlas, o perderíamos la casa y todas nuestras pertenencias. No teníamos el dinero suficiente. Así que a Jasper se le había ocurrido la genial idea de que participáramos en un concurso de televisión, si ganábamos obtendríamos 3,000,000 al final del concurso, era suficiente para saldar nuestras deudas y mantenernos por unos cuantos meses, al menos mientras Jasper conseguía trabajo nuevamente.

Suspiré y miré a Jasper a los ojos.

—También te voy a extrañar, muchísimo —contesté.

—Te amo —dijo, sonriendo ampliamente y besándome con fuerza, despidiéndose.

—Yo también —susurré sobre sus labios.

Era definitivo, el concurso comenzaba y nosotros nos separaríamos por tres meses y medio. Me pregunté qué era lo que nos esperaba.

You May Also Like

0 comentarios