by - septiembre 05, 2014



Su rostro demostraba justo lo que sentía; vergüenza —por nuestra pequeña charla en el parque donde me dijo hermosa— y esperanza —al darse cuenta que el destino nos había unido otra vez— para después sonreír.

—Hola de nuevo —dijo con un poco de diversión—, un gusto conocerte…

—Isabella Cullen. —Sonreí—. Sólo llámame Bella, ¿tú eres?

—Jonhatan Geist —agregó—: sólo llámame Jonh.

Después me observó a los ojos obligándome a perderme en ellos sin poder evitarlo.

Mostraban tanta adoración y cariño que inevitablemente al mirar sus profundos ojos miel sentí que se detenía mi respiración.

Solté un profundo suspiro sin darme cuenta que su abuela aún estaba presente con una sonrisa cómplice en su rostro mientras su vista pasaba de Jonh a mi sucesivamente.

Y yo al estar usando mi don de la ilusión para pasar por un humano me sonrojé completamente.

—Bueno… Jonh te indicara todo lo que debes y no debes hacer, cómo hacerlo y todo lo necesario —dijo señalando al aludido—, yo sólo vendré una vez a la semana que será cuando te pagaré. Ahora me tengo que ir. —Terminó y se dio la vuelta para salir, pero se detuvo repentinamente como si acabara de recordar algo y se volvió hacia mí—. Por cierto cariño, mi nombre es Caroline, pero como tú y Jonh dijeron, puedes llamarme Carol.

Me brindo una cálida sonrisa y desapareció por la puerta.

Estaba nerviosa, algo para nada común en mí.

Intentaba distraerme, con la mirada perdida a través de la ventana, sin ver nada realmente, estaba absolutamente concentrada en cada latido y respiración que desprendía mi acompañante.

Emitió una respiración profunda y después carraspeó para llamar mi atención.

Me volví con lentitud y él me sonrió con nerviosismo.

—Umm… creo… que… —balbuceó.

Y al notar su incomodidad reí suavemente, intentando aligerar la tensión del ambiente.

—Estoy quedando como un tonto —masculló.

Un asombroso rojo inundando su piel.

—Estas quedando como un caballero guapo, adorable y tierno —repliqué.

Me sonrió cálidamente acercándose a mí.

—Eres hermosa —susurró acariciando mi mejilla y mirando minuciosamente mi rostro con admiración, con un suspiro me permití cerrar los ojos y disfrutar de su caricia—, tan suave —musitó y pude sentir su respiración en mi rostro y la calidez que emanaba en mi piel.

Sabía qué quería intentar, pero era demasiado pronto para mí.

—Aun no estoy lista —mascullé.

Abrí mis ojos con lentitud.

—Te esperare toda la vida si es necesario —contestó solemnemente ocasionando una sonrisa de mi parte.

—Será mejor que me comiences a enseñar qué debo hacer —murmuré.

—Cierto —dijo para después apartar su cálido tacto de mi mejilla.

A partir de ese día los minutos pasaban con rapidez.

Mi vínculo con Jonh era cada vez más fuerte, hasta el punto de que dos meses después iniciamos una relación como pareja.

Recuerdo que me lo había pedido mientras dábamos nuestra habitual caminata por el parque, yo no sospechaba nada ya que había bloqueado mis dones para concederle privacidad, todavía recuerdo ese mágico momento…



*Flashback*

Caminábamos por el parque mientras Jonh estaba notablemente nervioso a mi lado. Odiaba completamente entrometerme en la vida ajena así que bloqueé todos mis dones.

—¿Bella? —Llamó mi atención con voz temblorosa.

—Dime —conteste mirando al aludido.

—Umm… —Carraspeó— yo… quería… —Su mirada se posó en un punto fijo y tomo una profunda respiración—…quería invitarte a un lugar especial.

Me miró expectante.

—Por supuesto. —Sonreí.

—¿De verdad? —preguntó con incredulidad.

—Sí.

—¿Puedes ir ahora? —Me cuestionó emocionado.

Por un momento pensé que empezaría a saltar.

—Umm… claro.

Me tomó de la mano y nos dirigimos a la parte más alta del parque donde podíamos ver las luces de la ciudad comenzar a encenderse mientras la oscuridad nos envolvía. Una vista hermosa.

—Te traje aquí porque quiero que esto sea especial —murmuró.

—¿Especial? —Repetí confundida.

Él soltó un profundo suspiro.

—Bella… —se detuvo y me observo con intensidad—, ¿quieres ser mi novia?

Eso explicaba su comportamiento.

¡Oh! Era tan tierno; desde el momento en el que había llegado a trabajar con él, me ayudaba y se comportaba como el chico más tierno que hasta ahora he encontrado.

Y supe que quería darle una oportunidad.

—Sí —susurré.

Recibí una brillante sonrisa de su parte…

*Fin flashback*




Todo va bien ahora, se comporta como todo un caballero y me doy cuenta que mientras más pasa el tiempo más crecen mis sentimientos hacia él.

Con todo esto llegué a la conclusión de que mi padre lo debía conocer. Porque Jonh me preguntaba mucho por mi familia y además no quería esconderle nada a mi papá, pues él es lo más importante en mi existencia.

Sólo que… debía hablar con él antes de presentarle a mi adorable novio —no quería que lo matara—.

Así que aquí estoy, a punto de firmar mi sentencia de muerte, está bien, exagero, pero en verdad creo que a mi papá le dará un ataque cuando sepa la nueva noticia.

—Hola papi.

Le saludé animadamente.

—Hola cariño —respondió besando mi frente.

—¿Sabes que te quiero mucho verdad?, ¿y que cualquier cosa que decidas voy a respetar?, ¿y nunca voy a cuestionar tus acciones?, ¿y que siempre te apoyaré en todo? —pregunté rápidamente y mi voz sonó inocente.

—¿Qué es lo que quieres, cielo? —me preguntó.

Una sonrisa divertida se dibujó en su rostro.

—No puedo creer que pienses que yo soy así —respondí con fingida molestia.

Crucé mis brazos sobre mi pecho.

—Vamos cariño, los dos sabemos que haces esto para lograr algo.

Puse un puchero.

—¡Papi!, ¿por qué me conoces tanto? —Me quejé.

—Porque te quiero y me interesa saber todo de ti —contestó—, ahora dime qué es lo que quieres.

—Papá, esto es muy importante para mí y te pido por favor que me entiendas.

—Entonces lo haré, dime. —Me incitó a seguir.

—Tengo un novio… —empecé.

Al mencionar la palabra novio frunció el ceño, fingí no notarlo y seguí con mi relato.

—…lo conocí en mi trabajo, es el nieto de Carol y su nombre es Jonh. Lo había visto antes en el parque y tuvimos una corta conversación, nada importante, pero después cuando llegué en mi primer día de trabajo Carol me presentó a su nieto con el que iba a trabajar, siempre me trató muy bien y se preocupó mucho por mí, así que cuando me pidió que… comenzáramos una relación, no dudé en decirle que sí, pero ahora creo que llegó el momento de que lo conozcas, lo pienso traer mañana, sólo quería decírtelo antes, y dime, ¿qué piensas?

Había dicho todo mi discurso sin detenerme, estaba nerviosa por su reacción y como era de esperarse no fue muy buena…

—¿Tu novio es un humano? —gritó.

You May Also Like

0 comentarios